No hubo milagro para Juan Aurich. La FPF ratificó la decisión del Tribunal de Licencias y por lo tanto el Ciclón no podrá intervenir en la Liga 2.
Si bien es cierto aún quedan dos instancias, sin embargo todo hace indicar que la suerte está echada para nuestro equipo.
El argumento de que "hubo discriminación" para el Ciclón, finalmente fue un autogol para los dirigentes que manejan al Aurich, porque ellos, con esos lloriqueos, lo que pretendían era que la FPF "avale" la política de perro muerto que siempre ha caracterizado a nuestro fútbol.
¿Qué decían los dirigentes? Que al igual que Aurich habían otros equipos con deudas y esgrimían que "si esos otros equipos no pagan, por qué nos sancionan a nosotros que tampoco hemos pagado", es decir que si uno cabecea entones "yo también tengo derecho a cabecear y me deben dejar competir".
Eso no ese discriminación, se llama criollada y la FPF como los hinchas de buena voluntad y nuestro propio fútbol ya está cansado de la política de perro muerto que tiene postrado al chimpún nacional por tantas trampas que se estilan en el balompié nuestro.
Los dirigentes del Aurich eran conscientes que dribleaban a la Sunat, le hacían huacha a las deudas y seguían amontonando los libros en rojo igual como el equipo recibía goles en contra desde que ellos tienen el manejo del club, porque decían que si "otros meten cabeza, yo también meto cabeza". Y allí están las consecuencias: expulsados del torneo de ascenso.
El fútbol peruano quiere dirigentes de verdad, clubes sólidos, fuertes, no equipitos de barrio donde prima el cabezazo o la trampa o la huacha. Esa es la verdadera razón que el Tribunal de Licencia castigó al Ciclón. No hubo discriminación, sino que la FPF ya está cansada y harta del perro muerto.
Quedan dos instancias para apelar, sin embargo vale preguntarse. ¿Merece premiarse a quienes gustan hacerle huacha a las responsabilidades, pagar cuando quieren o arreglar con la Sunat, desesperadamente, cuando ya han sido sancionados? ¿O también eso es discriminación?
