viernes, 2 de septiembre de 2016

El sueño del estadio propio

ELSUEÑO ROJO: TENER SU ESTADIO PROPIO
Juan Aurich apaga 94 velitas y estamos a apenas seis almanaques más para celebrar el centenario. Y aunque el Ciclón lo ha conseguido todo a nivel nacional, hay una tarea pendiente: el estadio propio.
El sueño lo acariciamos los auerichistas hace décadas, cuando el Ciclón del Norte empezó a soplar fuerte y se convirtió, primero, en el mejor equipo provinciano y luego en un grande más de nuestro fútbol.
Aurich ha sido local identificado con el Elías Aguirre, pero el coloso del paseo del deporte, con sus 25 mil localidades, ya resulta chico para colmar la pasión roja. Es necesario un fortín para 45 mil o más hinchas.
Si el Ciclón en un torneo internacional arriba a las finales tendría que jugar en otro escenario porque la Conmebol establece un mínimo de 42 mil espectadores para las definiciones.
Hoy el Elías Aguirre cuenta con un súper criticado campo artificial y las autoridades no mueven un dedo para cambiarlo. Por eso, en este nuevo aniversario, el sueño del estadio propio se acrecienta.
Edwin Oviedo, propietario del club, lo deslizó varias veces la posibilidad de contar con un escenario propio, con la capacidad máxima que anhelan los aurichistas, pero hasta ahora no hay visos de que se concrete un coloso rojo.
EL ELIAS AGUIRRE YA QUEDA CHICO
GITANOS
Aurich, a lo largo de su trayectoria, ha tenido que ser local en diversos fortines como Olmos, Lambayeque, incluso Trujillo y hasta Piura en alguna ocasión. Es hora de dejar de ser gitanos y pensar en un reducto propio.
En Lambayeque hay varios escenarios que se podrían adquirir a través de un convenio con la Municipalidad correspondiente o solicitar a las autoridades la cesión de un terreno adecuado.
Deportivo Cali de Colombia, Nacional y Peñarol de Uruguay, por citar casos recientes, hicieron sus escenarios sin mayores recursos pero si pidiendo apoyo.
Aurich podría conseguir gratis un terreno cedido por las autoridades y empezar la venta de palcos-suite para financiar la obra. De la misma forma, la venta de publicidad estática acarrearía un buen ingreso. Solicitar préstamos como hizo la "U" con Gremco o hipotecar el escenario como también lo hicieron cremas, serían graves errores.
El apoyo de empresarios, aurichistas de corazón, también podría ayudar a cristalizar ese anhelo y hasta se puede alquilar el nombre del fortín a una importante firma, como ocurre con los grandes estadios en Europa.
El sueño aurichista de contar con un escenario propio se acrecienta en este nuevo aniversario. La pelota está en la cancha de los dirigentes.

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