martes, 28 de junio de 2016

Cambio de rumbo

El pobre desempeño mostrado por Juan Aurich frente a Municipal obliga a un replanteo en el Ciclón. El equipo, si bien puso entusiasmo y ganas en la cancha, no es suficiente para ser protagonista y al paso que va, empatando y perdiendo por doquier, podría vincularlo con el drama del descenso.
Víctor Rivera ratificó que no es el DT que queremos. Mando a la cancha a un equipo endeble, tanto que ya perdía 2-0 en los primeros 10 minutos, cumpliendo una paupérrima actuación.
En forma increíble dejó en la banca a Víctor Cedrón que, bien o mal, es mejor que Addles y Olascuaga juntos, tal como lo demostró cuando ingresó a la cancha.
La pobre campaña que cumple el Ciclón en el campeonato, ratifica el mal trabajo de los dirigentes que no reforzaron el equipo en forma conveniente y están más preocupados en vender jugadores. El pase de Gallese o la transferencia de Ramos son la prioridad de la directiva, descuidando el plantel y olvidando que, justamente, es la gallina de los huevos de oro para las arcas de la institución.
Municipal nunca fue más que Aurich, pero Rivera no tuvo idea ni hizo bien los cambios para superar su férrea defensa. Confiar en Addles y Olascuaga, demuestra que no hay piezas de recambio y que no hay jugadores de nivel, a la altura de Buitrago o Tejada como para pensar en pelear el campeonato, menos en clasificar a la Liguilla por el título y con las justas en un torneo internacional.
¿Qué se debe hacer? recambiar las cosas, cambiar de rumbo. Rivera debe dar un paso al costado, reforzar al equipo en forma conveniente en agosto, cuando se reabre el libro de pases, e invertir como se debe, pues es sabido que los éxitos no caen del cielo.
Aurich no puede estar dependiendo de Tejada. Ante Muni lo vimos pelear absolutamente solo. Corría, luchaba, peleaba, se enfrentaba a los contrarios, desafiaba hasta el árbitro, solo, absolutamente solo, porque el resto de sus compañeros es mera comparsa. Y con un solo jugador no se pueden ganar campeonatos.
La dirigencia hizo muy mal las cosas desde un comienzo y estos son los resultados: Aurich está por debajo, más cerca de la cola que de los puestos de vanguardia, librando una campaña idéntica a la que hizo el tristemente célebre Bakero.
Aún se está a tiempo de cambiar las cosas. Aurich puede pelear el título. Puede recuperarse. Pero sin Rivera, invirtiendo mejor y sobre todo reforzando el equipo.

Kike Ciclón

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