domingo, 7 de julio de 2013

Tome nota

-Qué mortificante. Aurich tenía el partido en el bolsillo, pero el cambio que hizo Bakero permitió la remontada poeta. Increíble que un entrenador se equivoque así, un error propio de un torneo de barrio y que priva al Ciclón de un gran triunfo...

-Lo bueno que vamos tres partidos sin perder y el jueves a las 11 de la mañana, debemos ganar sí o sí a San Martín en Olmos...

-Bastante público asistió al estadio de Casagrande. El recinto se llenó de bulliciosos aficionados. Ahhh y la cancha fue un lujo, una auténtica alfombra....

-La hinchada aurichista no faltó y ocupó la tribuna norte, gastando gargantas todo el partido. La fanaticada roja ya saboreaba el triunfo y lo festejaba con carnaval incluido, pero Alemanno nos aguó la fiesta a los 45' exactitos del complemento...

-Diego Minaya no celebró su gol pese a que fue para ponerle marco. El buen defensa rojo únicamente alzó los brazos mientras los hinchas celebraban eufóricos el tanto inaugural del Ciclón...

-A propósito, segundos antes de empezar el encuentro los defensas aurichistas Ramos, Minaya, Atoche y Estrada formaron  un círculo y prometieron romperla ante los poetas. Cumplieron con creces...

-Hablando de Cristian Ramos, ruvo un encontronazo con Piero Alva y casi se van a las manos. "Sombrita" no arrugó al "Zorrito" y se le cuadró desafiante. Felizmente la sangre no llegó al río...

-Alfredo Rojas fue el primer sorprendido con el absurdo cambio de Bakero. Miró a todos lados buscando una explicación, pero no la hubo. Tan malo fue el cambio, que Víctor Rivera, DT de los poetas, le dio las gracias al español. Qué feo...

-Bakero, viendo su terrible error, volvió a comerse las uñas nervioso luego de varias lunas. La culpa que un aprendiz esté dirigiendo al equipo es de los dirigentes...

-Josué Estrada lamentó como nadie la expulsión que sufrió por doble amarilla. Vallejo ya era un huracán y su salida complicó al equipo. En realidad, su segunda amarilla fue exagerada...

-Ahora viene San Martín el jueves, en Olmos, y hay que ganar. Ojalá que los jugadores no le hagan caso a Bakero o, de seguro, perdemos...

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