domingo, 16 de junio de 2013

¿Repuntará el Ciclón?

Las declaraciones de Bakero diciendo que Aurich hizo un gran partido no son ni increíbles ni insólitas, tampoco absurdas. El Ciclón  hizo méritos para empatarle a Cristal, fue con todo al ataque al segundo tiempo y acorraló a los celestes. Pero lo que no puede decir el español es que el equipo rojo jugó bien, porque la actuación del equipo tácticamente fue pobre.
Meter pelotazos al área rival, jugar con desesperación, apurar al recogebolas, tirar balonazos de donde sea no es estrategia o táctica, se llama desesperación. Y ese es el sempiterno libreto de Bakero con el Ciclón.

El recuerdo del estupendo pressing al comienzo del campeonato, es solo eso: un recuerdo. Aurich olvidó la presión y al no tener más idea para abrir las defensas contrarias, recurre al "toque, toque, toque que no sirve para nada.
Bakero dice que le da gusto cómo juega Aurich. Puede ser. Es una oda al balón bien tratado, pero no tiene la más remota idea de cómo ganar los partidos. Las malas actuaciones del equipo no son en estas últimas fechas. Todos los partidos, excepto la goleada a Cristal en Olmos, el Ciclón tuvo terribles bajones, desgano y nada de táctica en los segundos tiempos. Lamentablemente los triunfos eran una venda de la terrible verdad que nuestro elenco no es el cuco que soñábamos al empezar el torneo.
La tabla habla de por sí sola: Aurich es el mejor de los cuatro últimos. Increíble. Dos derrotas más y dos triunfos de Gálvez y Unión Comercio y el Ciclón, campeón del 2011, es penúltimo. Una derrota más y triunfo de San Martín y el equipo de Bakero sería colero.
Que Aurich haga grandes partidos no puede ser un consuelo, porque sólo se consuelan los perdedores y fracasados. "U" o Alianza Lima con planteles baratos, de media tonada y jugadores desconocidos están arriba, llevándole casi 20 puntos al Ciclón con toda su inversión.

Que Ovelar patee al palo, que Pacheco cabecee arriba o Fleitas llegue tarde en los tiro de esquina, no son mala suerte o resultado de una estrategia bien hecha de Bakero: son casualidades porque éste Aurich basa su poderío en eso, la casualidad, en lo que salga de la pelota parada, del pelotazo a la diabla y la desesperación de empatar como sea.
Quizás si Bakero entrena al Barcelona, aplicando su fórmula revolucionaria de "tocar, tocar, tocar", sería campeón del mundo, de eso no hay duda, pero la realidad del fútbol peruano es distinta, aquí se juega en canchas malas, contra árbitros pésimos, con climas diferentes y con jugadores que justifican los  treinta años de Perú sin ir a un Mundial. Querer cambiar eso de la noche a la mañana, no lo hace Mandrake, menos Bakero. Y esos son los resultados.
¿Repuntará el Ciclón? Ya el título está demasiado lejos. La cosa es cambiar de chip para la Copa sudamericana y dejar la cola y para eso es necesario otro técnico que al menos sepa que el fútbol es mas que "tocar, tocar, tocar".

Pepepe

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