domingo, 28 de agosto de 2011

Se enciende la alarma


La caída en Huánuco más que conclusiones deja una voz de alarma: el equipo acusó el golpe de la Copa Sudamericana. Juan Aurich lució apático, desordenado y presionado y por ello no fue contundente ante un rival ganable pese a que jugó de local.
Sin salida, sin orden, sin ganas, apagado. Así lució Aurich frente a los huanuqueños y es resultado del golpe psicológico de la eliminación copera ante La Equidad.
Aurich fue una sombra en Huánuco. Y aunque jugó mejor, propuso más ocasiones y mostró un equipo superior, la debacle ante los colombianos pasó factura.
Diego Penny estuvo bien en el arco, incluso atajó el penal a Carlos Zegarra, sin embargo lució nervioso en muchos pasajes del partido.

Guizasola estuvo animoso pero fue bien tapado por los rivales mientras Quina volvió a fallar como apoyo al ataque. Guadalupe lució demasiado nervioso mientras Alvarez fue una puerta abierta para los ataques contrarios.
Molina y Uribe estuvieron bien en la contensión, pero éste último falló en la marca a Orejuela en el segundo gol local. Cueto hizo un golazo pero fue intermitente y Alfredo Rojas fue el mejor del Ciclón, incluso le anularon un gol en forma injusta.
Luis Tejada estuvo en nada mientras Mauricio Montes se perdió goles increíbles, ratificando su pobreza técnica.
Renzo Sheput no aportó mucho mientras Pedro Ascoy estuvo irreconocible. Y el ingreso de Johel Herrera terminó por desmoronar la defensa.
Es necesario corregir las cosas porque con la derrota en Huánuco... se enciende la alarma.

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