domingo, 29 de noviembre de 2009

Para volver a tener fe


Qué importa si Alianza Lima ganó en Chimbote y es campeón de la liguilla A. Al final, era lo más lógico. El sueño de ganar el título nacional, se desvaneció, sin embargo Aurich hizo lo que en muchísimos años no podía: ser protagonista.
Es un consuelo tonto, dirán, pero después de 40 años podemos volver a la Copa Libertadores, y estaremos otra vez en la vitrina internacional. Eso vale.
Queda ganar al CNI en Chiclayo para que Aurich nuevamente retorne a una Libertadores. Y enfrente tendremos a un equipo mexicano al que será tarea de titanes vencer.
Pero ante Cristal en el San Martín, Aurich demostró que si quiere, puede. Ganó bien, con garra, coraje y espíritu, como en toda esta brillante campaña del Descentralizado.
El 1-0 ante los cerveceros es para volver a tener fe. Nos quedamos sin título, sin sueños ni vuelta olímpica, sin embargo Aurich ratificó en la cancha que sobra pundonor, la clásica entrega huerequeqe y que a partir de ahora se merece el respeto y admiración de los clubes grandes.
¡¡¡Cuánta falta nos hiciste, Chiroque!!! Con su cabezazo, tan preciso, que significó el gol chiclayano, demostró que estuvimos huérfanos sin los piques y quiebres del escurridizo atacante. Con "Periquito" en buena forma, otra hubiera sido la historia en la liguilla.
Edwin Oviedo tendrá que armar un gran equipo en la Copa Libertadores si queremos avanzar a la fase de grupos. Lo primero será dar de baja a José Moreno. Se perdió un gol infame y ratificó, con eso, que no val nada y que malogró el plantel y estropeó los sueños de salir campeones.
Quizás se vaya Candelo, dejará el equipo Arzuaga y ya no estarán La Rosa, Mario Gómez o Espejo, pero Oviedo contratará otros jugadores de primer nivel y con la recuperación de Sergio Ibarra y Edison Chará, el Ciclón soplará en la CopaLibertadores.
La conclusión del triunfo 1-0 ante Cristal es eso. Aurich demostró que nuevamente grande. El reto de la Copa no debe asustarnos, por el contrario, es momento de demostrar al continente que el Ciclón está para tocar el cielo.
La victoria con Cristal sirvió simple y llanamente para volver a tener fe.
Foto Perú.com

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